martes, 29 de julio de 2014

AGAFA'M FORT y XIULA LA BRUIXA (Capítulo 3º de Xiula la Bruixa, el cedé)

Agafa'm fort. La Ratonera.


Ya me he cansado de mirar pasar la vida desde esta ventana, es que la de mi casa da a un patio interior y no pasan muchas cosas.
Me metí otra vez y cogí de nuevo mi Factor (modelo del bajo) y me preparé para grabar la canción de Amor del disco, muy tierna y que a mí me llegaba con todo su romanticismo.
Antes de entrar al estudio, alrededor del edificio, en uno de los caminos de tierra, me encontré una piedra rojiza, una piedra que me llamó (eso me pasa en ocasiones), me la metí en el bolsillo, una piedra con forma de corazón, pero no de corazón dibujado, no de ficción, sino uno con aspecto de víscera extraída de mis entrañas, un corazón físico, real, un corazón que en aquel momento ya sabía que no me pertenecía, que ya en secreto y para mis adentros sabía que ya lo había entregado. Llevé la piedra corazón en el bolsillo hasta que llegó el día que lo regalé, pero durante toda la grabación estuvo en mi bolsillo, palpitando junto al que tengo en mi pecho.
Todo empieza con esas guitarras y la voz del Xevi, todo perfecto. No recuerdo si fue idea mía o del Negro que tocase este tema a slap, todo el tema está tocado con esta técnica, muchas notas de bajo y para hacer esto el batería tiene que hacer poquito, lo justo, y eso es lo que hizo. Yo destacaría en este tema la labor de las guitarras, hay muchas, pero todas superbien puestas, me gusta el planteamiento: llevar un tema tan romántico a este punto de bajo mil notas y guitarras funky, guitarras distorsionadas y acústica. Me mola. Y claro, lo del solo final, un solo que dura un minuto y medio después de un tema que no llega a los tres, no sigue los cánones de lo comercial (donde los solos han desaparecido), pero yo creo que queda muy bien; me encanta lo de empezar la primera parte del solo con guitarra limpia, tocando la melodía de la canción para irla variando hasta entrar en la fase distorsionada, con las voces de fondo per a tu i jo que van acompañando a la guitarra limpia manteniendo el mensaje romántico hasta que entra la guitarra distorsionada que gana todo protagonismo y rompe con el romanticismo de la canción, esta guitarra distorsionada que acompaña en varios momentos de la canción y que al final se acaba imponiendo. La voz me encanta y la letra a mí me sugiere, me describe lo que es el Amor romántico, lo que yo he sentido, lo que se siente cuando se Ama de veras. La preciosa voz de Xevi ayuda mucho a creerme el asunto. Las canciones románticas tienen el peligro de ser ñoñas, jugar con el romanticismo es jugar con fuego, pero si te toca te lleva a un mundo maravilloso, que quizá sólo tú puedas ver, pero eso es suficiente, eso es algo maravilloso cuando ocurre y esta canción logró llevarme a ese lugar. Intento traducirla:

Cógeme fuerte,
quiero sentirte como un trozo de mi cuerpo
tu aliento
el aire cálido que me abriga del frío
tus manos
un refugio y la mirada, mi cielo

Puedo subir como la espuma
puedo flipar como un tonto
pudo brillar como la luna
cuando te siento cerca
cuando te siento cerca.
Pero si te encuentro en mi sueño
no me despiertes de golpe
que si el tiempo no se da cuenta es todo
para ti y para mí.

Quiero dibujar,
la ternura que desprende tu corazón
ser tu amante
que te desea y te busca con hambre.
Cógeme fuerte
eres el brazo que necesito, cuando tengo miedo

Un día le dije al Xevi que me gustaba mucho la canción, él me contesto algo así como: una canción de amor. Ciertamente tiene canciones de amor con letras más elaboradas y esas cosas, pero a mí esta me tocó, la parte de: Si te encuentro en mi sueño, no me despiertes, que si el tiempo no se da cuenta, es para nosotros. Me gusta. Soy un romántico. Creo.
Para sacar un bajo slapeado que me gustase para este tema aún me costo un poco, unas horas, hacía años que no tocaba casi el bajo y tuve que volver a ponerme al día, tuve que recordar a mis ídolos de juventud: Stanley Clarke , Marcus Miller y un menos conocido George Anderson. En las guitarras yo descubro también a un Mike Oldfield ochentero.
Acabado con las dos canciones slaperas, decidí ir grabando una a una las diez que restaban, en el orden que me mandasen. No recuerdo cual fue el orden, pero yo voy a seguir el del disco y me voy a imaginar que fue éste el que se me sugirió.
Xiula la Bruixa. Como ya comenté en el primer capítulo, la compañía nos pidió un tema más, el hit, vamos, un marrón para el Xevi. Yo sabía que sacaría (el xavier Canal) un tema que sirviese a los gustos discográficos pero, eso de los gustos, ya se sabe. Si las compañías supieran elegir, si supiesen ver lo que va a triunfar antes de lanzarlo, sería un chollito. La cuestión es que en tiempo récord escribió el hit. Además de entrar en el gusto de la discográfica, es un buen tema que tiene este punto comercial rokerofunkratonera, tan nuestro. La letra mola. Se podría catalogar como canción de amor con sonrisa.

Una mirada tentadora
un culito que me enamora
un olor que me hace vibrar
unos andares que me intimidan
unas formas que me fascinan
una sonrisa alucinante

Si llego lo adivina
si no pienso en ella me llama
si la busco ya se ha ido.
O se esconde encima de un árbol
cuando la veo la siento caer
cuando la tengo se me ha escapado

Silba la bruja,
mientras baila desnuda cerca del fuego
Silba la bruja,
cuando me mira le puedo pedir de todo.

Etc.

La introducción musical me gusta, el bajo que meto sólo lo meto en este trozo, habría podido meter el mismo que después utilicé para el resto de la canción, pero me pareció divertido, se me ocurrió en el momento. En este tema, además de muchas cosas más que podría mencionar, destacaría el espectacular redoble de batería que hace el Andreu en el minuto 3:16, nadie vio cómo lo grabó, nunca sabremos si hubo pinchazo o no (jijiji), nos metíamos un poco con él con este tema. La verdad es que toda la batería de esta canción está fenomenal (la del disco también). Bueno he de irme. Me parece que acabo de oír un silbido. Voy a ver. Ciao.





martes, 22 de julio de 2014

CHARLIE HADEN

 Yo te busco, yo te encuentro, yo te ayudo, tú me ayudas, yo te digo, tú me escuchas, yo te escucho, tú me dices.                                       

A Charlie Haden le tocó nacer en la dorada y abrasante América de los puentes de Madison, concretamente en Shenandoah, Iowa.
Hace unos días ha dejado de tocar en nuestro planeta. Se truncaron los nuevos proyectos, pero nos ha dejado más de 50 discos como líder o colíder y cientos como acompañante.
La vida es un momento, cada cual con sus cosas; fruto de las casualidades, del esfuerzo, de la perrería, de las suertes, de las malas suertes, de las búsquedas, de los encuentros, de las enfermedades, de los amores, de las pasiones, de los descansos, de los agotamientos, de las carreras, del caminar. Todo esto y mucho más la convierte en única. Sólo una. No es más una que otra, pero depende de lo que hayas hecho, dejarás un legado que surcará el pasar de los tiempos. Y si eres músico, de música sin texto, el legado (musical) será sonoro; esa cosa abstracta, ese flujo de sentimientos que puede hechizar o repeler, según el oyente (lo que a mí me cautiva, igual a ti te repugna). Este es el yo. A diferencia de la música escrita de Bach o de Mozart (estos dos, como ejemplo), el legado musical de este siglo será auténtico, será la verdad, trasmitido por el músico, por su propia voz, sin literatura fantástica; en un soporte sonoro que no podrá mentir ni cambiar, ni mejorar, ni empeorar, un legado que traspasará los tiempos de forma auténtica y podrá ser escuchado durante tiempo tal y como es, un documento histórico no manipulado. Música.
El día 6 de agosto de 1937 nació Charlie Haden. Empezó con la música, de niño, cantando Country junto a su familia, paseando su voz por emisoras de radio; yo me imagino (las emisoras) del estilo de la de O Brother, ( de los Coen). Tuvo que dejar de cantar a los quince, por unos problemas que le ocasionó la poliomielitis y le afectaron a las cuerdas vocales, enfermedad que le dejó secuelas que le han perseguido durante toda su viada y, parece ser, han sido la causa de su fallecimiento a los casi 77 años. Fue la enfermedad lo que le alejó del canto, pero también fue ella la que le acercó al contrabajo de su hermano, al no poder cantar se puso a tontear con el instrumento. La enfermedad le llevó al contrabajo y a su vez le quitó la vida. Paradojas.
El día 11 de este mes murió Charlie Haden. Inició su carrera como profesional del contrabajo en los 50, en pleno meollo (Jazz), empezó tocando en Los Ángeles, la costa Oeste, el Cool, acompañó a Art Pepper (eso es mucho), después se pasó a lo negro, se unió a Ornette y llevaron adelante eso del Free (eso también es mucho). Estas dos formas tan antagónicas del Jazz fueron su escuela; Haden las supo aunar magistralmente durante toda su carrera, incluso tocando en su faceta más Cool. Es cierto que poco a poco fue dejando de lado lo más free, pero aún así nunca lo abandonó del todo, no puedes deshacerte de tus aprendizajes, no puedes abandonar tu yo.
Para acabar, para poner el punto final a su carrera, Haden nos ha dejado un último disco a dúo (formación que tanto le gustaba) junto a ese amigo con el cual estuvieron 35 años sin hablarse, Jarrett.
Estuvo en los grandes momentos del Jazz, oculto detrás de grandes figuras (como ha de ser, era Contrabajista).
Cuando empezó a volar en solitario, hizo cosas bellas, con el corazón, una y otra vez, disco tras disco, grupo tras grupo, dúo tras dúo.
Alejado del virtuosismo (que no atesoraba entre sus dedos), en sus solos apostó por la melodía (qué peligro), por los efectos sonoros (Free) o el caminar (tocar simplemente una nota por tiempo o semejante) y cuando acompañaba, su objetivo no era otro que hacer mejores a los compañeros con los que tocaba (una de las labores, si no es la labor, más importante de un contrabajista y también de cualquier músico de Jazz que esté acompañando. Creo).
A la gente le gusta más el virtuosismo, está mucho más premiado entre los aficionados y músicos; por eso admiro tanto, también, a este hombre, que creyó en su canción y consiguió el reconocimiento de los Músicos.
Sé que hay mucha gente a la cual no le llega su discurso, he oído muchos comentarios de desaprobación e incluso de mofa hacia su manera de tocar, inclusive entre músicos. No intento convencer a nadie de lo que yo siento al oírlo, de lo que me ha enseñado, y no sólo hablo de música. Pero, creedme, si lográis amar a Haden de manera sincera, si lográis degustar con profundidad su discurso, su sonido, su música, aunque sea por un instante, os aseguro que vais a abrir un frasco de fragancias que jamás antes habréis disfrutado, un espacio desconocido, único, que os mostrará la belleza de lo simple, la verdad sin trampa, lo desnudo, lo ético, lo auténtico.



Tuve la ocasión de entrevistarlo en los noventa, seguro que puedo encontrar aquellos documentos sonoros, con su voz y quizá algún día los cuelgue. Sus palabras cambiaron mi manera de ver ciertas cosas.

miércoles, 9 de julio de 2014

MIRANT PER LA FINESTRA ( Xiula la Bruixa, el cedé. capítulo 2º)

Mirant per la Finestra. La Ratonera.

El estudio está en una casa de campo. Teníamos unas bicicletas (detalle del estudio KAY) para hacer rutitas por caminos campestres, un laguito con patos y ocas... Un lugar muy bonito con Montserrat de fondo y rodeado de bosques y campos. Sólo nos faltaba tiempo para poder disfrutar del entorno. Estábamos cerca de Xup. Viendo estos caminos, recordé una historia que me había contado mi madre en un par de ocasiones; yendo un día ella (mi madre) con mi abuela por aquellos caminos cerca del Xup (barrio manresano), pasaron unos aviones del ejército azul por el cielo azul y las ametrallaron, a mi madre y mi abuela (lograron tirarse a un lateral del camino y salvar sus vidas) y otros civiles más, un día hablaré de estas cosas, de esos recuerdos suyos, de esos pequeños trasvases de información que me fue dando, no le gustaba hablar mucho de eso, pero a lo tonto tengo para escribir un buen rato. Ángel (Coco, yo), al tema, a lo prometido (voz interior dando órdenes).
En un disco de pop, lo común es grabar por pistas, eso quiere decir que grabas solo, sin los demás músicos, uno por uno. Yo grabé con una base de batería, teclados (en las canciones que había teclado, que no son todas) y la voz principal.
Mientras el Xevi acababa de garbar algunas voces de referencia (la voz de referencia es una toma que hace el cantante para que el músico que va a grabar tenga una referencia que seguir, pero no es la voz definitiva, no es la que se queda en el disco), me dediqué a beberme la máquina de refrescos y cervezas (era muy pequeña, la máquina, y hacía un calor infernal) y tocar un poquito la guitarra. Me avisaron para que entrase a grabar. Yo grababa en la cabina del técnico, al lado del Nyanyo, podía verle e incluso hablar con él, eso se puede hacer con el bajo eléctrico porque no se utiliza micro para grabar, sólo un cable que va a un previo, de aquí recoge la señal sonora que registra el técnico, yo escucho lo que toco y las bases (batería, teclado y voz) por unos estupendos auriculares, vamos que en realidad, para grabar los bajos, no entré en ningún momento en la sala de grabación, pero el Nyanyo es buena compañía, es de esos que escuchan y hablan poco y lo que dice es interesante. Decidí empezar con Mirant per la Finestra y después Agafem fort. Este orden, esta elección (mía) para empezar a grabar con estas dos canciones no fue una cosa casual, sino algo meditado (lo cuento): en estos dos temas utilicé una técnica (de tocar el bajo) que se llama slap (se trata, básicamente, de golpear y pellizcar las cuerdas, en lugar de pulsarlas). Para esta técnica es preferible que las cuerdas tengan el máximo de brillo posible (hablo de sonido) y eso las cuerdas lo ofrecen cuando están nuevas. Para la grabación me compré un juego de cuerdas para lograr el máximo brillo y por eso elegí estas dos canciones para empezar, ya que, a medida que vas tocando, las cuerdas van perdiendo esta característica brillantez que te da el acero sin usar.
Hicimos unas pruebas y más o menos logramos un buen sonido para este estilo (slap), estaba claro que habría dos sonidos de bajo durante el disco, el de bajo slap para estas dos canciones y bajo pulsado para el resto de temas, o sea, dos ecualizaciones distintas.
La Ratonera es un grupo en el que siempre nos hemos dado libertad absoluta a la hora de meter nuestros instrumentos o la voz principal, es decir que sobre la marcha vamos montando cada uno por su cuenta, normalmente en casa (yo), probando cada cual su cosa, y cuando nos juntamos, normalmente funciona, conocemos muy bien nuestros gustos. Pero para unos cuantos temas queríamos meter algo de teclados y eso nos lo repartimos, a mí me tocaron los teclados del Mirant per la Finestra. La parte de teclados la pensé y grabé en mi casa (en Zaragoza) con mi ordenador, de la siguiente manera: empecé con un sonido que va creciendo poco a poco hasta dar paso a los demás instrumentos (segundo 5), en este momento metí una melodía repetitiva que aparece y desaparece durante casi todo el tema, acompañada por un fondo de violines (muy electrónicos) y un sonido campanilla muy suave, en el estribillo meto una nueva melodía de fondo (corno inglés), también está la voz de la Sara Morales y creo que la del Miguel (Miguel Ángel “Negro” Morales). Las guitarras las metió el Negro y no las oí hasta que el disco estaba acabado, me parecieron buenísimas en todo el cedé, creo que la que suena en el Mirant es una acústica de doce cuerdas, suena muy bien. En el minuto 2:34 metí el único solo o solito o improvisación de bajo de todo el disco (dedicado este fragmento al Amor de mi vida). La letra de esta canción me parece acojonante, no me atrevo a hacer una traducción que sea medianamente buena, quizá algún día le pida al autor (Xavier Canal) que lo haga y la cuelgo, pero grosso modo, empieza así: Las calles vacías, desdibujadas, sombras que cogen de los agujeros la dimensión que se merecen. La luz de noche, cuando va disminuyendo, los va convirtiendo en gigantes, cuanto más oscuro, más crecen (muy mala traducción, unos días y la cambio). El estribillo: Mirando por la ventana veo cómo poco a poco se va la vida; mirando por la ventana veo óomo la ciudad se queda dormida.
Salí del habitáculo después de hacer la primera toma. No me gusta escucharme, ni juzgarme (cuando lo puede hacer otro de fuera, con criterio, lo prefiero). Casualmente estaba el Andreu Monsó (batería de La Ratonera) este día, había venido para grabar un trombón y le dije que escuchase lo que había grabado (yo). Lo escuchó, con los cascos, salió, le pregunté si estaba bien ajuntado (en los temas rítmicos, los baterías suelen ser los mejores) y me dijo que bien y así se quedó, a falta de meter el mini solo (lo pinché después, con ese efecto especial...). Así lo hicimos en todos los temas del disco, yo entraba, yo grababa, yo salía, Andreu entraba, Andreu escuchaba, yo le preguntaba y él me contestaba que estaba bien; muy sospechoso (que siempre estuviese bien), pero así fue, todo el disco, en cuestión de bajos, está grabado en primera toma, eso ahorró un buen tiempo de estudió. Creo. Cuando grabas, lo normal es escuchar y cambiar cosas, a eso se le llama pinchazos, eso se hace o bien porque te has confundido o bien por cambiar algo que no te gusta. Claro que escuchándolo detenidamente, quizá hubiese cambiado alguna cosa, pero no muchas, además si no se cambió nada del bajo y algo no está del todo bien, siempre puedo decir que fue culpa del Andreu, que era el que verdaderamente escuchaba y daba el visto bueno a lo que yo grababa. El próximo día cuento más. En realidad no sé si esto le puede interesar a alguien, pero lo prometí en el escrito inicial que está al lado del tipo de la nariz de plata (yo). Un abrazo, sigo el próximo martes con más.

Voy a asomarme a la ventana a contemplar como pasa la vida.

martes, 1 de julio de 2014

XIULA LA BRUIXA, EL CEDÉ - (1º capítulo)


Canción xiula la bruixa, grupo La Ratonera.




Un buen día, alentado por Belén Carrere, mi amor, y Jesús Laboreo, mi camarero, se me ocurrió crear un blog (????), un lugar donde plasmar historias. Claro que una cosa es pensarlo y otra es hacerlo.
¿Cómo se hace un blog? Me metí en internet. Feliz de mí me decidí por WordPres, majestuoso resultado (el prometido). Claro que una cosa es pensarlo y otra es hacerlo.
Después de varias horas, más que horas, creo que fueron varios días, intentando que aquello rulase a base de repetir y repetir, logré hacer un churro, o sea, nada. Entonces fue cuando, aparte de evidenciar mi patanería con las nuevas tecnologías, tenía que tomar una decisión y la tomé, en lugar del más bonito (sistema para hacer un blog), busqué el más sencillo, claro que lo de sencillo debía ser para el común de los mortales y yo está claro que no pertenezco a lo común y me costó un mundo ponerlo en marcha, pero lo logré. Ya lo tenía, ya tenía mi blogspot. Después de unas semanas tenía el sitio donde escribir. Escribir. Una cosa es pensarlo y otra es hacerlo.
Primer gran dilema: ¿Sobre qué escribo? Y me puse a pensar, saque mi corazón y mi ilusión y escribí el encabezamiento del blog, lo intenté colgar y no cabía, vamos que escribí no sé cuántos montones de caracteres y no cabía, lo reescribí y tampoco, lo reescribí, lo reescribí, lo reescribí, me vino a la mente el hermano mayor, niño, de la peli El río de la vida. Al fin me cupo, al fin colgué mi primer escrito.
En este blog colgaré todo tipo de historias. También contaré algunas de las múltiples anécdotas que he vivido de primera mano en los innumerables proyectos de los que he sido partícipe. Anécdotas que surgieron del roce continuo con personas con las cuales he pasado muchas horas de ensayos, grabaciones, actuaciones, hoteles, viajes... Hablaré de las ilusiones, las desilusiones, las mentiras, las verdades, los hola, los adiós, los lloros y las risas, sobre todo las risas y el Amor. Creo que es una oportunidad para conocer este mundillo desde dentro, ya que la gente, normalmente, sólo tiene la oportunidad de oír el resultado final. Quiero hablar del músico que se dedica a tocar, que valora la libertad, del hombre que vive detrás de un instrumento y quiere creer que escapa a lo común, de la persona que trabaja cada día en un lugar distinto. También intentaré mostrar que el paso de los años no acaba con las fuerzas que necesitas para iniciar cada nuevo proyecto con ilusión renovada y limpia, la misma que tenía el niño Ángel cuando empezó a ensayar con su primer grupo. Que de vez en cuando, aún siendo profesional, puedes empezar algo nuevo que esté más cerca del corazón que del dinero.


No había vuelto a leerlo, no había vuelto a prestar atención al encabezamiento que posa al lado de la foto de mi cara con el envoltorio plateado del bocata de jamón que me comí aquella tarde de ocio (el jamón era de Teruel, altísima calidad, comprado en la tienda de Rosa y Jesús en la calle Bretón de Zaragoza) y que planté en mi nariz. Ese escrito lo plasmé en mi blog el día 3 de abril de 2012. Un escrito que siempre veía ahí, inamovible; unas letras pasivas que nunca releía (dos años) ¿PERO? Hoy lo he vuelto a leer y he visto que el escrito de introducción, sobre todo fue una promesa que os hice, una promesa que he incumplido y al darme cuenta de eso (promesa incumplida) me siento mal, está claro que he de cumplir. Claro que para cumplir la promesa he de desviar mis pensamientos, rehurgar en mis recuerdos y buscar una historia musical, una experiencia musical.
Por más que me pese, no podré escribir (por ahora) la historia que quería y eso me duele, ya que después de descubrir, después de ver claro el parecido, la similitud sin par, de Einstein y Giménez, es difícil para mí dejar de lado este tema, ya que hasta que no lo escriba no sabré el qué, y tengo ganas de saber, de descubrir, de conocer la historia del parecido entre el genio y el físico.
Hoy voy a narrar, según mi recuerdo siempre turbio e imaginativo (ya que recuerdo siempre más los sentimientos y las sensaciones que los detalles), la grabación de un disco en el que intervine (grabé), precisar qué pasó, quiénes éramos, las canciones, anécdotas, etc. Claro que una cosa es pensarlo y otra es elegir. ¿De qué disco puedo hablar?
Después de darle varias vueltas, he decidido hablar sobre la grabación del disco Xiula la Bruixa. Este es un disco de esos en los que he grabado y que en ocasiones vuelvo a escuchar, os aseguro que eso no es lo común en mí, de hecho no suelo volver a escucharme, ni siquiera al acabar de grabarlos, incluso alguno de ellos aún están en el papel de celofán que los envuelve y seguramente hay varios que no debo ni tener en casa, además de otros que con sólo pensar en ellos me da dolor de barriga. Pero éste, por lo que sea, de vez en cuando vuelvo a ponérmelo, a escucharlo, no sólo esto, tengo varias canciones en mi ipod que siempre me acompaña (el mp3) a todos los sitios cuando he de ir solo (muchas veces) caminando por la ciudad. ¿Por qué me enganché a éste? Seguramente la razón no es sólo musical, si bien me gustan las canciones y me gusta el personal, en lo personal e incluso me gusta cómo toqué en él (cosa que también ocurre pocas veces). Hay algo en este disco que me enamora.
Creo que la música te puede entrar de muchas maneras pero está claro que, para que se convierta en especial (para mí, para ti), tiene que entrarte en el corazón y eso no sé por qué sucede, no es por la calidad, ni por nada tangible, es como el amor, es un sentimiento que te elige. Creo. ¿Me estoy liando? Voy a poner un ejemplo comprensible. A ver: Los Beatles. Soy fan de ellos desde crío y he escuchado todos sus discos varias veces, pero hay un disco que cuando lo vuelvo a escuchar se me pone una sonrisa interior, me transporta a otros tiempos, evoca en mí momentos de soledad con ellos (escuchando el vinilo en el desván de mi casa), recuerdos de amigos de infancia, del fútbol en la calle, el cole (en donde ya estaba Xavier Canal), no es el mejor de ellos ni mucho menos, es un disco de la primera época y aunque si alguien me preguntase ¿cuál es tu disco favorito de los Beatles? posiblemente contestaría Sgt. Pepper's, cuando escucho A Hard Day's Night me dan ganas de vivir. ¿Por qué? Es un sentimiento, es amor. Pues con el disco de la Ratonera, Xiula la Bruixa, me sucede algo parecido, es un disco que me traslada a unos momentos, a una ilusión. Sentimientos.
Voy a intentar, en unos cuantos capítulos, contar cómo fue aquella grabación, contar también la historia (como yo la vi, contar lo que viví) de cada canción o de unas cuantas.
Era el segundo disco que hacíamos La Ratonera (el grupo se llama así). Por un lado Xavier Canal, amigos desde EGB, hablamos de los setenta (para saber más sobre nuestra relación podéis leer la historia Adelante, la primera de este blog) y por otro Miguel Ángel Morales, el Negro, amigo del barrio del Palillo (algún día escribiré algo). Algún otro día hablaré de la Ratonera, del grupo, de cómo surgió, de cómo me adoptaron el Xevi y el Negro, pero eso es otra historia.
Cuando yo entro en contacto con el proyecto, cuando me entero de que una discográfica nos va a pagar la grabación de un disco, que vamos a grabar un nuevo disco (el segundo con La Ratonera), las canciones del disco ya estaban hechas, el Xevi había compuesto unas cuantas nuevas (nuevas para mí, ya que otras ya llevábamos un tiempo tocándolas en conciertos) y había arreglado un tema de Lluis Llach. Después supongo que se juntaría con el Miguel Ángel Morales, el Negro, y dejaron las estructuras y todo bastante definido. Yo en Zaragoza, ellos en Manresa. Las canciones me parecieron buenas, pero la verdad es que yo necesito oírlas muchas veces para saber si me van a enganchar o no, claro que mi gusto, no sé por qué razón, no concuerda demasiadas veces con el de los demás y siempre que apuesto por una canción, la que más le gusta a la gente es otra, pero esto es otra historia que quizá algún día cuente.
Ya teniendo las canciones, había que arreglarlas para llegar al estudio sabiendo qué teníamos que hacer, ya que la discográfica no se estiró demasiado y teníamos muy pocas horas de estudio. En este grupo no hay arreglista propiamente dicho. Cada uno de nosotros tiene libertad absoluta para hacer lo que crea más conveniente. Tampoco se ensaya demasiado, hablamos de cosas, pero por lo menos a mí nunca nadie me ha dicho qué es lo que debía tocar, en ocasiones sí que hablamos de un tipo de sonido o idea general, del tipo de ritmo y esas cosas, pero es muy raro llevar una idea superacabada unilateralmente. Siempre hay algún arreglo de cuerda o teclados o voces que alguien tiene que pensar y, en el caso de la Ratonera, tocar, ya que no hay teclista. Creo recordar que nos repartimos un poco esta labor, o surgió de forma espontánea, pero dado que yo estaba en Zaragoza y ellos en Manresa, no podíamos vernos muy a menudo. Recuerdo haber metido teclados en dos temas y … bueno, de eso hablaré cuando toque hacerlo.
Preparamos todo con gran ilusión. Se respiraba un aire especial, fue como rejuvenecer. Después de unos bolos y unos pocos ensayos empezó el acto (de grabar).
Llegué a Manresa desde Zaragoza y subimos al estudio KAY, allí nos esperaba el Nyanyo (J.A. Castanyo), uno de los mejores técnicos de sonido que he conocido.
Voy a volver atrás, creo que me he saltado algo que tiene su importancia.
En realidad todo empezó con la maqueta, unos meses antes de iniciar la grabación. La compañía parecía interesada por nuestro trabajo y nos pidió una maqueta. La grabamos y la enviamos. Todo bien, pero necesitamos un “hit” (nos dijeron). Y fue cuando Xavier Canal (el alma y compositor del grupo) escribió Xiula la Bruixa (la canción), y eso les convenció y entonces se cogió fecha para el estudio.

Me presenté con mi bajo Factor para grabar en los estudios KAY.