martes, 7 de mayo de 2013

SOY NORMAL (2ª parte)

Audio- Bach, variaciones Goldberg por Gustav Leonhardt


Yo me casé por la iglesia, porque ya que te casas lo normal es hacerlo con la bendición del Señor y a gastos pagados (se me dan bien los negocios), y quedé bien con Dios y con mi suegro, que es un hombre de valores (mi suegro) y una moral intachable que piensa que sólo tiene valor el matrimonio eclesiástico. A mis padres les pilló en un mal momento para invertir en mi matrimonio, pero yo sabía que harían el esfuerzo, no iban a ser menos que mis suegros, además ¿para qué están los bancos? ¿Qué no haría un padre por sus hijos? Soy el mayor y eso es mucho. La boda fue preciosa, mi padre se sentía muy importante (el dinero que te cuestan las cosas siempre les da un valor añadido, en este caso a nuestra unión y a él). Mis hermanos son un poco atontaos (sobre todo el raro), van más del rollo ese del amor y de que lo importante es ser feliz, pero, si se puede sacar un dinerete, pues como que hay que aprovecharlo. El romanticismo está muy bien para cuando eres novio, pero cuando decides emprender la empresa matrimonial (que es para toda la vida) tienes que tener claros varios asuntos, y uno es que esas choradas infantiles se acaban y entonces ¿qué? ¿qué queda? Cualquiera sabe que después pasas a otra fase, que es la más bonita, donde lo importante es el respeto, los hijos y la pasta. Demasiado torpes para casarse como Dios manda (mis hermanos), no creo que se casen y si se casan saben que hasta que no paguen (mis padres) mi boda, no hay donde rascar (ni siquiera se atreverán a pedirles nada). Quizá el pequeño (que es más espabilao, es el único que ha salido a mí) siga mi ejemplo (supongo que cuando decida casarse, mis padres ya estarán en disposición), aunque a día de hoy parece una avispa que va picando de flor en flor y no se le ve intención de pararse mucho tiempo en ninguna. Quizá esté haciendo tiempo.
Soy de lo más cordial, los domingos voy a comer a casa de los suegros o de mis padres o les invito a casa, cuando vienen les cocino yo ¿Qué no haría un hijo por sus padres? La verdad es que soy bastante espabilado, tengo tres hijos (familia numerosa), tengo casa propia, dos coches, piso en Salou, voy al gimnasio, tengo una bici eléctrica (son alucinantes), me gusta el deporte, soy del Real Madrid, aunque a la gente les digo que soy del Zaragoza (equipo neutral), hay que quedar bien con todo el mundo, en esto mis hijos han salido a mí; también soy de Alonso y de Nadal y socialista. Soy un hombre de mis tiempos y participo en la educación de mis hijos; a lavarse las manos antes de comer y los dientes después, eso sí, les dejo comer todo lo que quieran (sobre todo cuando nos invitan), claro está que no se pueden dejar nada en los platos, también soy yo quien les ha enseñado las oraciones. Me gusta hacer cosas con ellos, los domingos vamos a ver al Zaragoza, yo con el abono de un amigo, y los nietos son socios de parte del abuelo (suegro). En los partidos se desfogan con el árbitro y los jugadores del equipo contrario y si son vascos o catalanes también con la hinchada, yo me hago el tonto, disimulo y hago ver que no les oigo. Algún domingo les llevo a misa para compensar.
También soy un marido ejemplar. Le he puesto una chacha a mi mujer, es muy amable (Angélica María) los niños y Silvia la adoran, me sale muy económica (mi hermano el raro dice que es una nueva forma de esclavitud, está chalao, es un envidioso). En verano llevo a mi mujer de vacaciones a algún sitio exótico, siempre encuentro la mejor oferta en internet, mientras mis suegros se quedan con mis hijos, y después a Salou toda la familia, a la playa llevo a mis padres, que así pueden cuidar de los niños por si salimos alguna noche (se les ve tan felices cuidando de los nietos), también viene muy bien que te cocinen en vacaciones (así Silvia descansa), ahorras tiempo y pasta; además los abuelos, quizá por estar gratis, aunque sea en el sofá del salón, se sienten obligados a hacer la compra, yo siempre les digo que no lo hagan (comprar), pero se les ve tan felices haciéndolo, que cualquiera insiste. También cumplo como marido, los sábados me meto en mi oficina y le digo a Silvia que no me moleste y me pongo una porno (salen unas titis...), eso antes de acostarme, siempre ayuda a mantener las cosas en su sitio.
Niños, a lavarse los dientes y a dormir.